Cómo los resultados de la Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo impulsan el camino hacia la RMS de 2025 en Madrid

Conseguir un acceso sostenible al agua y al saneamiento requiere un liderazgo que sitúe el agua en el centro de las prioridades políticas nacionales e internacionales. Esta priorización debe ir acompañada de la movilización de los recursos necesarios para afrontar los retos que se avecinan. A nivel mundial, hasta el 50% de la población podría enfrentarse a graves restricciones en el acceso al agua potable en los próximos cinco años, viviendo en condiciones de escasez y estrés hídrico.

España no es ajena a la gestión de la escasez de agua, agravada cada vez más por los efectos del cambio climático. Nuestro clima ha sufrido cambios significativos. Desde 1961 hasta 2024, la temperatura media de España ha aumentado 1,69ºC. Los años 2022, 2023 y 2024 han sido los más calurosos registrados.

El río Ebro en España / vía Unsplash.

La larga experiencia de España en la gestión de la distribución desigual del agua se ha basado en nuestro enfoque de política integrada a nivel de cuenca. Nuestros organismos de cuenca -que cumplirán su centenario en 2026- han desempeñado un papel fundamental en la asignación equitativa de los recursos hídricos entre los usuarios, la coordinación a través de las fronteras administrativas y territoriales, y la garantía de un uso colaborativo y sostenible.

La enorme brecha mundial en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 hace que sea más urgente que nunca abordar el acceso sostenible al agua y al saneamiento a través de una política holística de gestión de los recursos hídricos, que sea resistente al cambio climático y se base en un marco normativo, institucional y financiero sólido. Dicha política debe apoyar la identificación, evaluación y ejecución de las inversiones necesarias para garantizar agua y saneamiento seguros y sostenibles para todos.

En las últimas décadas, España ha realizado importantes avances en la planificación hidrológica. Nuestros planes de gestión del agua, alineados con las directivas de la Unión Europea, incluyen ambiciosos objetivos de calidad del agua y fiabilidad del suministro. Estos objetivos están respaldados por compromisos concretos de financiación por parte de los agentes nacionales y subnacionales, así como de todos los sectores pertinentes. Es importante destacar que estos planes integran la inversión en el acceso al agua y al saneamiento, guiados por normas legales de calidad, cantidad, recuperación de costes y tarificación.

Estos avances han sido posibles gracias a una fuerte voluntad política, una inversión pública sostenida, datos sólidos y el compromiso activo de la sociedad civil, así como de instituciones públicas y privadas. Los compromisos políticos pueden traducirse en avances reales cuando se apoyan en políticas claras, presupuestos adecuados y un sentido compartido de la responsabilidad.

De cara al futuro, España -junto con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico- acogerá la próxima Reunión de Ministros del Sector de la alianza SWA en Madrid los días 22 y 23 de octubre. La reunión de Madrid ofrecerá un espacio para que los ministros de agua, saneamiento y medio ambiente se alineen en torno a soluciones prácticas, objetivos compartidos y estrategias de financiación coordinadas.

Sigamos elevando el agua y el saneamiento no sólo como objetivos de desarrollo, sino como facilitadores esenciales de la resiliencia económica, la dignidad humana y la acción climática.

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¿Necesita el mundo otra reunión de alto nivel en este momento? Sí, la necesita.